Holandesa con piel de cola de castor

Esta caperuza se puede usar a diario o conservar en una colección. La piel de cola de castor es muy rígida y muy resistente. Es muy difícil de trabajar, por lo que prácticamente ningún artesano la usa.

Proporciona una estructura muy fuerte y al estar la caperuza hormada, es cómoda para el pájaro.

Es una pieza que puede durar muchos años usándola a diario. La pieza central lleva una rejilla en dos colores hecha a cuchillo y unas figuras decorativas en color negro. Los nudos turcos de piel de canguro y color negro. El collarín es de piel de caballo, doblada sobre si misma y cosida a media carne.

Una pieza muy especial.